Beatriz Vanegas Athías
Escritora, profesora y editora
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Cereté treinta años: memorias de un destino poético (1993-2023) es un libro de trescientas páginas estructurado por nueve capítulos que, a su vez, configura muchas tipologías textuales y plásticas, incluyendo la fotografía. Va desde el ensayo, el perfil, la semblanza, la biografía, la reseña crítica, la crónica, el artículo y cómo no, el poema. Ha sido posible porque el Encuentro participó en la convocatoria del Ministerio de las Artes y las Culturas y resultó ganador en la Lista bienal de proyectos de interés nacional. El proyecto se presentó con el nombre de Encuentro Nacional e Internacional de Mujeres Poetas de Cereté. Construcción de una memoria desde la palabra para la equidad, el respeto por las diferencias y el diálogo intercultural entre regiones y países. Este título marca las líneas temáticas para construir este libro memorioso. Así, el capítulo I da cuenta de Los orígenes del Encuentro con cinco textos alrededor de los iniciales años y primeras poetas convocadas; los artífices del Encuentro: el escritor monteriano José Luis Garcés, la maestra y poeta de la acción Lena Reza García, amigas tutelares que han acompañado y sostenido a Lena Reza como Silvina Esquivia, Carolina Patiño, Margarita Escocia Cantero, Cristo Hoyos y la familia Reza García en plena comandado por la madre, Margarita Julia Garcia Bedoya.
El capítulo II da cuenta de otras expresiones culturales y patrimoniales proyectadas desde el Encuentro Internacional de Mujeres Poetas de Cereté, la presencia de cantadoras, músicos, declamadores, actrices, artistas plásticos, el surgimiento de esta editorial y las colecciones publicadas que dan cuenta de una memoria poética, en esa certeza de que toda expresión artística para serlo debe poseer un espíritu o halo tocado por la poesía.
El capítulo III es una crónica sobre ese evento dentro del gran Encuentro que da cuenta de la Ruta de Raül, el recorrido en honor al poeta de Cereté Raúl Gómez Jattin que muy seguramente él no había previsto: que su nombre daría lugar al Centro Cultural Raúl Gómez Jattin, que se convertiría en el epicentro de los procesos culturales y artísticos de la región. Tampoco habría anticipado una suerte de procesión con los sitios donde vivió como estaciones obligadas para leer (rezar) su poesía.
El capítulo IV configura un caleidoscopio con semblanzas de las poetas tutelares que han crecido en el Encuentro y se han convertido en apoyo para Lena Reza y sus ángeles clandestinos. Se trata de Poetas tutelares como la artífice del Encuentro Lena Reza García de quien la poeta (también tutelar) Yirama Castaño escribe una bella semblanza que dialoga con la figura poética de Raúl Gómez Jattin; un reportaje de Meyra Delmar escrito por Beatriz Vanegas Athías, escritora guía sobre quien a su vez traza un perfil la poeta argentina Mariana Vacs que participó en dos ocasiones en el Encuentro Inter nacional de Mujeres Poetas.La poeta barranquillera Nora Carbonell escribe sobre Margarita Galindo Steffens y Patricia Iriarte; en tanto que, sobre Nora escribe el grupo de poetas de Hilo invisible que la tuvieron como maestra. Nuria Ruiz, poeta española de grata recordación en Cereté escribe sobre Yirama Castaño; Jaidith Soto, por su parte lo hace sobre la poeta fundacional Carmen Amelia Pinto; y sobre Jaidith, la poeta peruana Doris Moromisato; Ela Cuevas, poeta monteriana sobre la poeta y coordinadora del Encuentro Irina Henríquez quien a su vez recrea a Marga López, la maga de la palabra. Finalmente, la poeta Mery Yolanda Sánchez escribe sobre Ela Cuevas y Kenia Martínez sobre Mayra Alejandra Izquierdo. Y sobre Kenia Martínez, la poeta Carmen Alicia Pérez.
En el capítulo V la maestra Vera Centeno nos acerca a la educación literaria que ha proporcionado el Encuentro a colegios e instituciones diversas de Cereté contribuyendo desde 1993 a la educación integral desde la voz poética y narrativa creada por mujeres.
El capítulo VI y VII presentan ese diálogo intercultural entre regiones y países pues recoge los testimonios de poetas colombianas, latinoamericanas, europeas, asiáticas, africanas y de países bajos de lo que representó su estancia en el Encuentro y los aportes de éste al canon, de cómo las ayudó a crecer como poeta, pues propicia muchos intercambios literarios, hallazgos y proyectos entre las poetas participantes de distintos países. Además de los vínculos de amistad.
En estos capítulos titulados Cereté va por el mundo y Cereté destino poético colombiano una amplia muestra de poetas exponen sus diferentes miradas sobre cómo el Encuentro ha contribuido a través de los recitales y antologías a la consolidación y visibilidad de la poesía colombiana escrita por mujeres que, a pesar de la polifonía y variedad de poéticas, resulta bastante unitaria y goza de un momento excelente en cuanto a calidad y número de publicaciones. Estos capítulos (al igual que todos los nueve que componen el libro) están profusamente ilustrados con fotografías, obras de arte, recortes de prensa y poemas.
El capítulo VIII es una hermosa crónica sobre las Casas de Poesía escrita por la poeta y periodista Patricia Iriarte.
El capítulo IX es un reconocimiento a mujeres y hombres que Lena Reza García ha ayudado a crecer intelectualmente y ellos a su vez han sostenido al Encuentro con la fuerza de su trabajo y del cariño que despliegan hacia las poetas invitadas: se trata de los ángeles clandestinos que Lena sacó del poema de Raúl Gómez Jattin y los puso a escenificar la amistad como una religión.
COLETILLA: El libro se encuentra disponible y se obsequiará a los cinco primeros comentaristas que indiquen que se han suscrito a El Quinto. Se envía y el ganador paga solo el domicilio.
*Este artículo hace parte de la presentación del libro “Cereté 30 años: memorias de un destino poético”
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