Francisco Cepeda López
Profesor y músico
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No tengo la intención de hacer novela de un comentario. El episodio que deseo comentar es, por sí mismo, una novela. Me han invitado a meterme en este lío, y ¡VOY A METERME!!
Lo que denominan “vallenato”, no despierta en mí emoción diferente que la de escuchar unas pocas canciones de los antiguos cantores. Cuando esa expresión se convierte en “artículo de exportación” dirigida al público del mundo-mundial, joven, poco lector e indiferente ante los hechos sociales, he encontrado en otras formas musicales la emoción de la “música bien hecha” y el solaz de una lírica, de un mensaje que conmueve.
En las redes de conectividad informática, la actualidad es efímera, dura -si mucho- tres días. El episodio que me atrevo a comentar se estacionó cinco días en las redes sociales, con toda suerte de trifulcas verbales entre seguidores y adversarios de viejos y nuevos músicos del Valle del Río Upar y del sur del departamento de la Guajira, en Colombia.
El episodio
En Valledupar, capital del departamento del Cesar, mientras se llevaba a cabo el Festival Vallenato 2024, se celebraba una parranda vallenata típica. Allí estaban, entre otros, los reconocidos artistas Silvestre Dangond y Carlos Vives. No faltó quien hiciera un video del evento porque, como se sabe, en esta época lo que no se registra o no se sube a las redes sociales, es como si no hubiera ocurrido.
En lo más animado de la reunión, se ve a Vives cantando los versos de la canción “Aracataca espera”, compuesta por el guajiro Armando Zabaleta en cuyo texto increpa al escritor y premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez.
El tema es una protesta cantada hacia el Nobel colombiano. Expresa el descontento del compositor ante una decisión del escritor. Orlando Deavila Pertuz, citado por el diario El Colombiano, explicó que
“en 1972, Gabo recibió el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos y donó el premio, unos 25.000 dólares, al recién fundado Movimiento al Socialismo (MAS) de Venezuela, así que Zabaleta criticó su decisión diciéndole en su canción: ‘Uno la tierra donde nace es la que debe querer’
Qué será lo que quiere Vives?
Tal vez por ingenuidad o bien por algún grado de alicoramiento o con alguna intención, Carlos Vives quiso hacer gracia para la concurrencia. Eso de mantenerse en los ‘top ten’ musicales de hoy, demanda mucho y ganar audiencia con una torpeza cobra mucho más. Ser popular, cuesta.
La intención de Vives no la sabemos. Solo tenemos la certeza de que hay una gran coincidencia entre los intentos de desprestigiar a García Márquez que ha hecho La Senadora María Fernanda Cabal y la publicidad que este par de cantantes le dieron al video en el que intentaban hacer lo mismo, pero de manera más jovial.
Es como si la senadora en mención y ellos dos estuvieran creando animadversión en contra del escritor. Como si los tres estuvieran empeñados en crear un relato en el que García Márquez aparece como un hombre indeseable e inútil, que nunca hizo nada por su pueblo.
Como he dicho varias veces en esta columna de El Quinto, ni la música es política, ni puede ser ajena a la política. En este caso parece que intentan ponerla al servicio de un proyecto político que desprecia todo lo que representó y representan Gabriel García Márquez y sus obras literarias y periodísticas.
Pareciera que los dos cantantes pretenden irse con su música hacia el sector político del que hacen parte algunos familiares del cantante samario (Vives Menotti, Vives Lacouture y Vives Caballero, todos acusados, algunos condenados, en procesos penales), el propio Dangond y sus amigos más cercanos en toda la zona que fue área de influencia del reconocido jefe paramilitar Jorge 40 y la señora Cabal.
No sería extraño ver a estos artistas vinculados a alguna futura campaña electoral. Antes que artistas son ciudadanos que tienen derecho a elegir y ser elegidos. Pueden convertirse en la cara amable de una propuesta política que no tiene esa característica.
Ilustración de Jorge Restrepo/soho.com.co; en Alberto Salcedo Ramos, “Contra Silvestre Dangond” portalvallenato net.com.co, septiembre 1, 2013
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Una respuesta a «¿Novelar (ennovelar, novelizar), un comentario?»
García Márquez tuvo que simular ser aceptado, a regañadientes, por las élites de su país, mismas que aún no son capaces de valorar todo lo que el escritor representa para la identidad latinoamericana y la cultura universal.
Arribismo, mezquindad y envidia sustentan esa actitud basada, obviamente, en la ignorancia propia de esa godarria que terminó de compinche del narco ¡Ay hombre!