
Ross Madder
Escritora, viajera, fotógrafa aficionada, biófila
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Performance Literario “Mujeres de poesía”
Mujeres de poesía, es una lectura performática de siete poemas del libro homónimo. Busca visibilizar la esencia pasional de las mujeres tunjanas, quienes, más allá de ser el eje de una familia, la trabajadora, la estudiante, la madre y en general, la idealización de perfección y entrega a otro, son seres que habitan su cotidianidad a través del amor, la pasión, el dolor, la lujuria. El objeto de este performance es exaltar a las mujeres desde sus distintas realidades, pero con una sola necesidad: ser vistas, deseadas, amadas.
Cada uno de estos siete poemas se entrega a la representación de la naturaleza pasional femenina a través de los arquetipos de las siete diosas en cada mujer (según Jean Shinoda Bolen) de esa diosa que habita lo femenino más allá del cansancio cotidiano o la frustración que acarrean muchas veces los roles sociales proyectados en la mujer.
Cada poema se representa desde los diversos momentos que se viven en el amor por naturaleza. Se inicia con el poema “Panonimo” (Artemisa:Diosa de la autonomía) que representa el amor cortés; se continua al poema “Perpetua imperecedera” (Hera:Diosa dela fidelidad ) que es el amor sublime; en tercer lugar, está “Rouge ” (Hestia: Diosa de la espiritualidad) sinónimo de amor pasional y encuentro carnal; en cuarto lugar, el poema “Salmacide” (Atenea: Diosa de la razón) que es la evocación del encuentro de la dualidad o alma gemela; en quinto lugar, se leerá el poema de “Frutos de la-Vid” ( Deméter: Diosa de la maternidad ) que nos muestra el deseo de unión y procreación. Para ir cerrando, se leerá “Ella sabe que es hermosa” (Afrodita:Diosa del amor) que es un canto a la sensualidad y sexualidad femeninas y, finalmente, se lee “Astrea” (Perséfone: Diosa la transformación) que es el despertar de la mujer: luego del tiempo de entrega y cuidado a otros, llega el tiempo de autoentrega, reconocimiento y autocuidado.
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Panónimo
Hube de preludiar aquel deorum cibus;
néctar de miel,
ambrosía de hiel
….
Sólo entonces comprendí que el
talón de Aquiles tenía nombre propio: Patroclo
Perpetua Imperecedera
Estrella del sur,
Flor naciente de la mañana,
Apartada sombra de templos lejanos,
Verso sacro de mi vida.
Hilando voy tu cabello en letras,
Tus pecas escribo en punto y coma,
Te tomo entre mis dedos
Impúdica pluma blanca.
Hilo de tinta, cuelgo en tus labios
Desierto claro camino en tus tibias páginas,
Hundida en las ondulaciones de tus manos,
Recorro viejos caminos en tus dedos largos,
El soneto escribo en tus ojos claros,
Te observo lejana y brillante…
Una oración surge de mi llanto,
-ígnea estrella, mantente en mis cielos,
No te desvanezcas al amanecer.
Rouge
Fulgurante en la vesania,
Olvide poner el pestillo en mi ross-eton.
Ahora sierva silente,
Bajo los velos te has adentrado,
El candil en tus manos,
Sobre mí la flama te has posado.
Astrea
Marchaste con la luz de mis parpados
Nunca te mostré mis lóbregas profundidades.
Toda despedida es un nuevo auto-abandono
Salmácide
Bajo signo virgen ella vino a mí
La dama duró lo que mi inocencia,
El lord niño
Vino a calmar mis candentes flamas.
Oh amado silfo,
Oh apasionada sílfides,
Devotos espíritus de norte y sur,
Espíritus guardianes de mis revelaciones,
Viandantes de mis bosques.
Vírgenes hermafroditas unidas en géminis
Les llamo en mi auxilio,
Una y otra vez acuden a mí
ya la pequeña mano blanca;
Ya los blancos dedos, sus dedos largos.
Vuestras amadas mercedes
A quien mi alma tanto necesita.
Incubo y súcubo de mis umbrías noches,
Que emanan la espuma sobre mi suplicio.
¡Hermanos míos!
Resguardadme en vuestra compasión,
Por mis lúgubres infiernos
….
Abrid el cofre de vuestra gloriosa natura.
´O Sole mio
Yo Urídice,
Ninfa de los salobres valles,
Osada vengo a rendirme al Cancerbero,
¡Un instante, tan solo un instante!
Para poder ver sus berilos ojos.
¡Orfeo adorado!
Juntos hallaremos tu lira,
Mi muerte llena será de tu candor,
Mis ojos rebosados de tu gloria.
Y luego, ya no habrá más…
¿El precio a pagar?
El sueño eterno…
El perpetuo desespero.
Frutos de la-vid
La lira floreciente de la mañana,
Naturaleza entrelazada en mortales pasiones…
Frente a ti este ruiseñor…
Ya su sonata de amor.
Diosa árbol de pequeñas plantitas,
En tus blancos ramajes déjame ser vegetación.
Renaciente flor de tus días…
Pájaro azul deseo resguardarme en tus hojas,
Déjame cosechar mis frutos en tus raíces.
Dame la gracia
de ungir mi cabeza con tus olivos,
Mis noches con tus sudores.
Señora amada, dueña de mis frutos,
Plegaria en sacrificio de mis cuatro estaciones.
Vehementemente te he cortejado,
Cornucopias rebosantes de pasión en tus otoños,
Néctar frenético soy bajo tus veranos,
Silencioso lazarillo
a ti me abrazo en tus inviernos,
Regocijada alondra
canto tus primaveras…
Son buenos, tiernos y jugosos mis frutos,
¡Señora amada, Pruébalos!
Come hasta el final mi corazón,
Hunde mi semilla en tus entrañas,
Y déjame renacer enlazado a tus capullos.
Ella sabe que es hermosa.
La juvenil demonia
Duerme en un sueño libre
Su sensual inocencia y sus brazos
Como torrentes de leche se derraman.
Duerme de ese modo
Porque sabe que es hermosa,
Su delicada sensualidad que incita al acto,
Al manoseo, al mordisco…a la demencia,
Sus labios plácidos en rubores fatuos
Posarme sobre ellos…sentirlos
Morderlos un poco…humedecerlos, lamerlos.
La doncella aún duerme…
Alejada de los candores infernales
Que rebasan mis penumbras,
Su cuerpo estirado…Plácida,
Porque sabe que es hermosa.
Su espalda terciopelo pálido,
Las alas dibujadas en ella ¡quiero desgarrarlas!
Hermosa dama, sublime joya,
Tierna alondra,
Mezcla entre sacro y sacrílego,
La deseo vehementemente,
Su lujuria derrama entre mis dedos,
La caricia tierna desea ser garra salvaje…
Pero es la copa sagrada ¡Temo profanarla!
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