
Luis Manuel García
Gestor cultural
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Madre mía de mi consuelo, la sal se llenó de hormigas, madre de mis desdichas, si vieras cómo está el mundo, cómo me recibe y me trata el mundo. Si lo vieras, si vieras el mundo plagado de poetas yertos, madre, poetas que no se tocan el alma, mamá, poetas y poetisas que no se desnudan a la palabra.
La sal se llenó de hormigas mamita. Estos llamados poetas llevan su alma de mentira a los escenarios, a los libros, leen su poesía con una emoción decorada de mentiras, es que tu los vieras, madre mía de mi bendición, se venden como actores y actrices. Actúan con ellos: yo, yo, yo soy, yo tengo, yo y sólo yo, no hay más que yo y tú no eres nada.
La sal se llenó de hormigas, mamá. Si vieras cómo sufre mi triste espíritu en sus manos, sus manos sucias llenas de banalidades, si vieras la terquedad de la gente adulta mamá: los adultos no me oyen, los adultos cagados de mentiras vividas no prestan su oído a voces jóvenes. No, eso tuyo no vale joven, no has vivido lo suficiente, pero esto que te cuento viejo adulto cagado si vale, es mi sentir desnudo, si, si, si joven, asiento la cabeza, te oigo, pero no te escucho.
Madre mía de mi mala suerte, esta vida es trémula. La sal se llenó de hormigas. Estos artistas, mamá, violan lienzos con pinceles de mentiras, la mano que sostiene el pincel busca ser del mundo profano, si tú los vieras, mamita de mi desolación, pintando garabatos conceptuales sin son ni ton, garabatos llenos de colores muertos, de colorinches marchitos. Pintan y repintan, trazan pétalos sin haber olido uno, pintan cuerpos sin tocar sus huesos, pintan poetas sin verlos desnudos. Tú los vieras, madre mía de mi maldición, vieras cómo pintan sin razón para que vulgares hablen “Es pintor, es pintora, es poeta”.
La sal se llenó de hormigas carajo. Si tú los vieras, mamá, ya tiene dos libros publicados, tres reconocimientos, ya tiene aires de escritor, de escritora, ya publicó, ya es importante, ya soy importante, soy escritor, soy escritora y poeta, respétame muchacho del carajo.
Madre de mis altares, el tarro de la sal se rebasó de hormigas, ya no soy de este mundo, soy del mío, soy de otro, mamá, soy del tuyo, soy del aire, de la tierra con la leche derramada. Si vieras cómo sufro en el teatro, si vieras cómo me aterran estas máscaras sonrientes, divinas, sonrientes otra vez, sonrientes con sus dientes podridos. Mamita de mi cielo, no me hallo, no me encuentro, si me busco, si me canso.
Mamita, el tarro está vacío, ya no hay hormigas. Si tú los vieras. Los de hoy, los poetas, los cantantes, los pintores y actores y actrices de teatro, si los vieras flotando en su palacio de mentiras, respétanos muchacho, nos ves lo que somos, carajo? Tu palabra no vale, eres joven, somos adultos cagados carajos, lo que dices vale, pero no tiene la valía si no lo digo yo, yo un viejo, no ves que estoy sordo, no ves que no quiero escuchar, soy adulto, soy poeta, soy escritor y enemigo de la palabra viva que está muerta en mí, no la encuentro.
Madre mía de mis remedios, si tu los vieras mirándome, si tu me vieras mamá, cagado en letras buscando redención de poeta amigo de cristo. Si tú me vieras: sin sal en la tierra, buscando un lugar en el mundo, carajo.


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