Javier Serrano Ruiz
Licenciado en Filosofía y letras. Magister en lingüística
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Cuestión de perspectiva
1.
Te volviste café de amanecida.
¿Estás en mi desvelo,
o me llevas a ti de madrugada?
¿Me rodeas, o estoy en tu centro?
Habitamos sueños compartidos de vigilia.
Estás más cerca, más me faltas
y tu ausencia me agiganta.
2.
Te volviste café de amanecida.
¿Ando en tu desvelo,
o vienes a mí de madrugada?
¿Me rodeas, estás en mi centro
o te traigo conmigo?
Habitamos sueños compartidos de vigilia.
Estás más cerca, más me faltas
y la ausencia te agiganta.
3.
Me volviste café de amanecida.
¿Estoy en tu desvelo,
o voy a ti de madrugada?
¿Te rodeo o estás en mi centro?
Te traigo yo conmigo,
estás en mis adentros.
Me enfermé
Me enfermé después,
lo estoy sintiendo.
Tu libertad hace doler hasta la mía.
Tengo rabia contigo,
además de tantas cosas.
Hoy viernes, yo en mi cuarto
abro al viento mi ventana
y mis campanas penden mudas.
Los trenes viajan llenos,
tus gentes se encuentran, se besan,
tu tienes visita.
Rastreo
Muy pronto fuiste pipa solitaria
insomne hasta bien de madrugada.
Mi olor y aquel cuarto te rastreaban,
guijarros contra el vidrio.
Luego surgiste entre los peces,
olor de indio, pelo húmedo,
efusión que chorreaba,
a veces cartas, lágrimas, pan, tanta ternura.
Hoy te escuché
de alambre por teléfono,
callaste mucho,
mis antenas saben cábalas.
Aurora
Apenas dormito, velo la madrugada,
me asomo despacio
al abismo de tu sueño.
El cielo empieza
a traspasar el árbol
que acariñarás al recordar.
El río cemento verde
tampoco ha dormido,
hoy salta a mi cuello,
nace en el destello
de tu espalda.
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