
Juan Carlos Silva
Magíster en Lingüística y Economista UPTC
•
ÉL
No prendas la luz. No intentes verme: ya no tengo cuerpo para ser mirado. Me despojé de las prendas con las que fingía ser alguien. Me harté de actuar para merecer tu atención. No quiero que me ames por espectáculo, ni que yo te ame como público.
He decidido desaparecer —no por huida, sino por ligereza. Seré apenas una voz, un soplo, un roce imperceptible. No exigiré nada, no haré ruido. Estaré en ti como un pensamiento que no molesta, como un aire que no reclama circulación. Solo prométeme esto: no enciendas una vela cuando vuelva. No soportaría ver lo poco que queda de mí.
ELLA
No prenderé la vela, te lo digo. Pero no por complacerte, sino por mí.
Porque ahora que no te veo, te deseo más.
Antes tenía que fingir interés cuando te quitabas la ropa. Ahora, en cambio, tu desnudez me la imagino, y eso siempre es más excitante que cualquier cuerpo cierto.
Haz lo que dijiste: quédate callado. Quédate quieto. Sé apenas un aliento cerca de mi oreja, un peso imperceptible en el colchón. No digas nada. Solo respira cerca… déjame adivinar dónde estás por el aire que se mueve cuando me acerco.
Si ya no tienes forma, entonces puedo inventártela cada noche.
Esta vez yo decido qué piel tienes, qué boca, qué manos. No tú. Yo. Y tocaré el aire como quien acaricia un secreto. Y si tiemblas —si es que algo de ti todavía puede temblar— sabré que sigues ahí.
No necesitas cuerpo para que me acostumbre a ti. Ya lo tuviste, y lo perdiste; ahora serás otra cosa: un deseo que no puede consumarse del todo. Te advierto que aprenderé a gozar así, sin verte, sin tocarte. A lo mejor hasta me acostumbre tanto que, si un día aparecieses de nuevo, con carne y huesos, ya no sabría qué hacer contigo.
Así que quédate invisible si quieres. Pero no esperes que yo me quede inmóvil.
Yo sí pensaré en ti con las manos, con las piernas, con la espalda arqueada. Y sabrás —sin ojos, sin forma— el sonido que hago cuando me acuerdo de ti como nunca fuiste.
Te lo repito: no prenderé la vela.
Pero me encenderé yo.
Deja una respuesta