
Javier Serrano Ruiz
Licenciado en Filosofía y letras. Magister en lingüística
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TRASTIENDA
Javier Serrano Ruiz
-No volviste a escribir. ¿No tienes nada qué decir? –lo escrutó como si acabara de descubrirlo.
-Nunca he escrito para decir nada –la miró retador-. En realidad nunca me han gustado las personas que siempre creen tener algo por decir, por supuesto importante para los demás –siguió tras un silencio incómodo-. Suelen terminar de predicadores o posando de eruditos. Ninguna de las dos cosas me gusta.
Ella cambió de tema. Más tarde, en la noche, él recordó la conversación y no pudo conciliar el sueño.
Con frecuencia, en algún encuentro con sus amigos, elogiaban su capacidad de narrar con vivacidad e histrionismo.
– Esa historia es genial…tienes que escribirla!
Pero no se puede crear más de una vez el mismo cuento y ya lo había creado. No hay historias geniales, todas lo son, y ninguna. Pero hay diversas formas de contar. No es lo mismo ser un contador de historias divertido que ser un buen escritor de cuentos. Si hubiera hablado menos, tal vez habría escrito más.
Temprano en la madrugada regresó al escritorio con el primer café y ya no supo en qué lugar de la cocina se le perdió el sueño con el que despertó, el relato que pensó escribir.
Concluyó que había esperado demasiado. Hasta cuando empezamos a dudar de si las historias a las que siempre volvemos con los amigos son recuerdos o recuerdos de recuerdos. Temía escribir y ofender a quien pudiera buscarse, y encontrarse, tras un personaje, una situación o un gesto.
Sonrió, indulgente y solo. Le parecía increíble, cuando podía empezar a disfrutar que la falta de memoria nos libera de la esclavitud de los recuerdos, sentir cierta nostalgia de un futuro improbable en el que a los demás les importaran sus escritos. Se descubrió preocupado ya por los lectores que aún no tenía de un libro todavía por escribir. Podría, entonces, convertirse en huérfano de un libro inexistente.
Amanecía cuando, sentado frente al teclado, optó por la libertad, peyó con estruendo y escribió el título: Trastienda.


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