Paula Simonetti
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Paula Simonetti (1989). Nació en Montevideo, actualmente reside en Buenos Aires. Es poeta, investigadora, docente universitaria e integrante de colectivos comunitarios, coordina talleres de escritura. En poesía publicó En la boca de los tristes (Lo que vendrá, 2013) y El conocimiento y la ignorancia (Ed. La Coqueta, 2018), que tuvieron reediciones en Brasil y Argentina.
SOBRE EL DESORDEN
una vez conocí a un hombre
que hacía peces de madera
inventé que el hombre
hubiera deseado ser un pescador
y no un hombre que entraba a las casas y negocios
de la ciudad buscando alguien
que comprara sus artesanías
el hombre tenía cáncer
llovía, sí
y el hombre no tenía casa en la que vivir
porque era un hombre
en la calle
entonces, niños:
había peces
había agua
había casas
y había un hombre,
ninguno estaba en su lugar
parecía todo tan simple
pero nadie quiso ordenar ese pequeño caos
y ya sabemos cómo terminó la historia.
TELEGRAMA
cuando me fui del país/ te mentí un poco/ mamá/ no venía a estudiar sabés/ yo sé que
sí/ sabés/ me siguieron tus cuentos de las balas de las marchas y de tu vecina/
acribillada en el baño te acordás/ en todas las marchas me acordé/ de vos/ aunque no
te mandara ni un mensaje o una foto para qué/ sirve la poesía cuánto cuesta/ un
alquiler/ no te olvides/ de fregar los azulejos porque después hay que entregar/ la casa
y el contrato dice que los azulejos/ mamá/ yo sé que te acordás/ están llenos de
sangre
EN MONTEVIDEO
nosotros tenemos un río del que decimos
es un mar
es bueno saber que tenemos el mar
porque el mar es una sensación
y aquello que sucede frente al mar
obtiene de él su transparencia
porque el mar es el mejor testigo
testigo del tiempo
de nuestro tiempo
porque el mar es como una madre
que no nos espera pero nos recibe
una madre en la que podemos entrar
una y otra vez
aunque no podamos
permanecer en ella
porque el mar es un lugar ambiguo
tan ambiguo
como una madre
IGNORANCIA III
habrás visto que doy vueltas
alrededor del vacío resistiendo
apenas
como el agua que se arremolina
en el desagüe de la pileta del baño
es decir
sin la elegancia de los nadadores
sin la majestuosidad del mar
sin la gracia de las niñas pelirrojas
sin la armonía de dos bailarines
ni el contraste de unas manos sobre el piano
es decir
no me deslizo sino que me resisto
torpemente
a verme en el espejo apenas me levanto,
no es
coquetería
es
que me gusta vivir en esa zona
que es toda del silencio y que se abre
para mí como la rosa
de todos los caminos y de todas
las posibilidades,
algo hay que se revelará, y no lo hace
así me veo, intacta como un niño
al que todavía nadie contó ninguna historia
y mira esa cosa informe que es el mundo
ignorando inicio conflicto y desenlace
sin ninguna noticia sobre el tiempo
si existiera ese momento
si tuviera dirección o código postal preciso
mandaría mis cosas a esa casa
y permanecería, simplemente
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