“De objetos a presencias, el animal en la trama del mundo”

Sandra Campos L
Ecologista, abogada, máster en proyectos de ciudad. Directora del cuarto Seminario Internacional de Convivencia Planetaria: Construimos Biocivilitzación
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In memoriam de Jane Goodall (2)
Durante demasiado tiempo creímos que éramos dueños del mundo. Levantamos fronteras entre “humanos” y “animales” -entre otras fronteras – y, tras esas fronteras, construimos jaulas, mataderos y silencios. Nos colocamos en la cima de una pirámide imaginaria y, desde allí, miramos hacia abajo, olvidando que también nosotros dependemos de la misma red que sostiene toda la vida en el planeta.
Pero algo está cambiando. Hoy percibo, con claridad, que estamos despertando. En medio de la crisis de este viejo paradigma, surge una nueva forma de mirar: la civilización de la vida en red: Biocivilización, un lugar donde cada latido – humano, animal, vegetal- es parte de una misma sinfonía.
El Animal Movement (3) nos recuerda que los animales no son recursos ni propiedad. Son compañeros de camino, seres que merecen respeto, cuidado y ternura. Su presencia nos enseña a vivir con humildad, a reconocer que nuestra historia está entrelazada con la de ellos y que cada acción importa.
La mirada de Jane Goodall sobre los chimpancés iluminó esta verdad. Ella vio en sus ojos inteligencia, emociones y vínculos, y nos mostró que la frontera entre “ellos” y “nosotros” es un espejismo. Gracias a su ejemplo, comprendemos que convivir con los animales no es una opción ética, sino una necesidad de nuestro propio despertar humano.
Vivir en Biocivilización significa cultivar nuevas virtudes: compasión, fraternidad interespecie, alegría de sabernos acompañados. Significa abrir los sentidos para escuchar las voces silenciadas: el canto de un pájaro, el dolor de un animal herido, la calma de un bosque. Significa elegir un futuro donde la vida florezca para tod@s.
Estamos en un momento decisivo. El cambio empieza dentro de cada uno de nosotros, en la forma en que miramos, sentimos y actuamos con nuestro entorno. Al transformar nuestra relación con los animales, transformamos también nuestra humanidad.
La Biocivilización es la construcción de un mundo distinto: un planeta donde la vida se reconoce en la vida, y donde humanos y animales caminamos juntos en la inmensa red de la existencia.
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In memoriam de Jane Goodall
Me enteré de tu muerte esta mañana. Lloré.
Gracias, Jane Goodall.
Feliz viaje,
a donde sea que hayas volado.
Aquí seguimos, millones de Janes,
herederas de tu firmeza tranquila,
cuidando la vida y la naturaleza como tú:
con respeto, coraje y dulzura.
Ella fue mucho más que una científica. Jane Goodall dedicó su vida a observar, escuchar y amar. Fue pionera en el estudio de los chimpancés, rompiendo esquemas en un mundo acostumbrado a mirar a los animales desde la distancia. Ella los vio como seres con emociones, vínculos e inteligencia. Gracias a eso, nos enseñó a mirarlos y a mirarnos de otra manera.
Pero su mayor aportación fue más allá de la ciencia. Con una mirada llena de ternura y una fuerza tranquila, Jane Goodall se convirtió en un símbolo del respeto por la naturaleza, del compromiso y de la esperanza que inspiró a millones de personas en todo el mundo a actuar, a cuidar, a hacer algo por este planeta.
Ahora que ya ha marchado, siento que somos muchos y muchas los que seguimos su camino. Somos millones de Janes, cuidando la vida con respeto, coraje y amor.
Gracias, Jane, por enseñarnos a escuchar el bosque desde el corazón.
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