La Coordinadora Palestina de Uruguay convocó a manifestarse frente a la Intendencia de Montevideo. Llega la gente. Crece la movilización.
Mujeres, jóvenes, hombres, jubilados y jubiladas marcharon con un mismo propósito: recordar al fascismo, reconocerlo y resistir contra él. Porque quienes han vivido la injusticia saben que la indiferencia también mata.
Montevideo se sumó al clamor global que exige el fin del genocidio en Palestina. No es solo una causa distante: es una herida abierta que nos atraviesa a todos.
Desde América Latina —territorio marcado por la memoria de la represión y el saqueo—, alzar la voz por Palestina es un gesto de coherencia, una afirmación de humanidad frente al horror que el mundo normaliza.
Cada paso dado frente a la Intendencia fue también un acto de denuncia: la complicidad internacional, el silencio mediático y la impunidad política no pueden seguir siendo los verdugos del pueblo palestino.
La dignidad no se negocia.
El cambio empieza cuando dejamos de mirar hacia otro lado.
Foto reportaje de Juan Camilo Quesada





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