
Harold Ruiz Moreno
Periodista, politólogo.
Director del programa radial Ciudadanos en Acción en la emisora Ecos de pasto
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Nuevamente la FLIP, (Fundación para la Libertad de Prensa), recrimina, y llama la atención del Sr Gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar Jaramillo, por sus continuos ataques a la libertad de prensa y por su feroz persecución contra el periódico digital Página 10, que dirige acertadamente el periodista Mario Cepeda, al igual que a columnistas y periodistas e influencers, quienes ejercen el periodismo con responsabilidad y profesionalismo.
La arrogancia y prepotencia de un académico que debería respetar las ideas ajenas y, sobre todo, la libertad de pensamiento, como entender que quien por varios años estuvo dedicado a la formación de futuros profesionales en la Universidad del Valle, una de las más prestigiosas universidades del país, pretenda cercenar a la prensa, que constitucionalmente está protegida como uno de los pesos y contrapesos de la democracia en el país.
El gobernador Escobar Jaramillo reta a la prensa, cuando le pide que no se base en afirmaciones “presuntas”, para referirse a sus actos de gobierno, y claro como el agua, el periodismo debe por principio respetar el debido proceso, deber argumentar sus investigaciones con acerbo probatorio, para no caer en afirmaciones que podrían calificarse de calumniosas. Por ellos enumeramos algunos de los comportamientos, prácticas y promesas que hizo en la campaña, el Señor Gobernador de Nariño, que hoy desconoce de manera flagrante y que no son presuntas. Son hechos verificados y verificables.
Se presentó como la alternativa contra la politiquería y el clientelismo, y afirmó en reiteradas ocasiones que su gobierno acudiría a una contratación trasparente; sin embargo, ha contratado con los fondos mixtos, entre los que se encuentran sus antiguos socios como FONER, evitando la licitación pública. Esto no es ningún presunto
El Gobernador ha mostrado su catadura de anti demócrata en su relación con la asamblea departamental, a la que la utiliza solo para que le voten sus iniciativas. Sus funcionarios no responden los derechos de petición de diputados que no hacen parte de su coalición mayoritaria. Tampoco responden los cuestionarios de citación a control político, y cuando lo hacen, se demoran más de cuatro meses. Rehúyen a los debates y al control político. Esto tampoco es presunto.
Escobar acabó con el gobierno abierto y con la información pública sobre la contratación. Impide la trasparencia del manejo de los recursos públicos. No se encuentra en la página Web de la gobernación información alguna de estos principios de la gobernanza y tramita ante la asamblea ordenanza para contratar 56 proyectos a dedo, solo uno por licitación. Usa los cupos indicativos para aceitar la campaña de su antigua asesora a la cámara y esto tampoco es presunto.
El gobernador de Nariño, muy a pesar de la disminución de los recursos propios, hizo aprobar una ordenanza administrativa para crear más burocracia y nombra como Secretario de Paz a un joven funcionario intolerante sobre quien pesan dos acusaciones graves: violencia sexual y falsedades en su hoja de vida. Estas afirmaciones tampoco son presuntas..
El Dr. Luis Alfonso Escobar Jaramillo es el político camaleónico que viniendo de Cambio Radical, pasó al partido Verde, y los nariñenses lo eligieron después de perder la encuesta realizada por el pacto histórico y fue elegido por la izquierda, el petrismo y por el cansancio con la política tradicional; todos esperaban que gobernaría con los que lo eligieron, lo que no ha pasado, combate ferozmente al representante a la cámara del pacto histórico Erick Velasco, en la consulta del pacto apoyo según la revista semana, a la aguerrida y luchadora diputada Rosita Guevara, con el único interés de “quemar” al representante Velasco; el apoyo a su antigua asesora demuestra su ingratitud política por los que lo eligieron, estas prácticas corruptas de la política tradicional son lo que identifica al Sr Gobernador y esto tampoco es PRESUNTO, porque estas son algunas de las posturas del profesor Escobar Jaramillo, de quien viola de manera sistemática la libertad de prensa como lo advierte la FLIP.


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