
Harold Ruiz Moreno
Periodista, politólogo.
Director del programa radial Ciudadanos en Acción en la emisora Ecos de pasto
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Termina con rotundo éxito otra versión de la Mejor Taza Nariño 2025. Como siempre la mejor vitrina de comercialización de los cafés especiales del departamento. El cierre exitoso del evento nos recuerda que el entonces gobernador, Antonio Navarro Wolff, le dio el impulso necesario para que esta cadena productiva le genere al departamento el 20% de su producto interno bruto (PIB). Ese apoyo desde la gobernación, ha permitido que nuestro café sea el producto que supera, con creces, lo que las 60 mil hectáreas de los cultivos de uso ilícito aportan al PIB. En cambio, esas 60 mil hectáreas, que nos avergüenzan, han llevado a la región del sur a ser gobernada por la lógica de la criminalidad.
Más de la mitad los municipios de Nariño dinamizan esta cadena productiva. Por eso, nuestra región es vista, en el país y el mundo, como una potencia en los cafés especiales, mismos que tienen virtudes excepcionales porque se cultivan entre 1.500 y 2.300 metros sobre el nivel del mar, lo que favorece un grano denso y de gran calidad y en suelos volcánicos del macizo colombiano que aportan minerales que enriquecen el sabor y aroma del café.
Las bajas temperaturas de las montañas nariñenses hacen que el grano madure lentamente, concentrando sus azúcares naturales, El microclima de Nariño, con temperaturas templadas y lluvias moderadas, permiten cosechas casi todo el año. Estas condiciones favorecen una maduración uniforme y una excelente acidez balanceada, con un aroma intenso y floral, notas dulces, sabor limpio y matices de frutas cítricas, panela, cacao o caramelo.
La acidez del café de Nariño es brillante y agradable. Su cuerpo es medio a alto, con textura suave y aterciopelada que le da al final un toque dulce y prolongado. Nuestro café del sur combina frescura, dulzura y complejidad, cualidades muy valoradas en el mercado de cafés especiales.
Su producción es sostenible y artesanal. Buena parte de los productores son pequeños caficultores que practican agricultura tradicional y sostenible, donde se privilegia la recolección manual selectiva, escogiendo solo granos maduros. La mayoría de muchas fincas han adoptado procesos de beneficiado ecológico que reducen el consumo de agua y preservan la biodiversidad.
Los cafés especiales de Nariño han recibido numerosos reconocimientos nacionales e internacionales, gracias a su calidad sensorial, su sostenibilidad y el trabajo asociativo y cuidadoso de los caficultores del sur de Colombia. Algunos de esos reconocimientos son los siguientes:
1. Denominación de origen “Café de Nariño”, en 2011. La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) otorgó a Nariño la Denominación de Origen Protegida (DOP). Esta certificación garantiza que el café proviene de una región con condiciones geográficas, climáticas y culturales únicas, que le dan un perfil de sabor distintivo, al tiempo que reconoc la labor de miles de pequeños productores que cultivan a gran altura y con métodos tradicionales.
2. Premios en la Taza de la Excelencia Colombia. En 2010, un café del municipio de Buesaco ocupó el primer lugar entre los mejores cafés de Colombia; también en 2014, 2017 y 2020, productores nariñenses figuraron entre los finalistas nacionales, destacándose por su acidez brillante y notas frutales. En 2023, cafés de La Unión, Sandoná y Consacá fueron nuevamente seleccionados dentro de los 10 mejores del país.
3. Reconocimiento en mercados internacionales para los cafés de Nariño que se exportan a Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Alemania, y países nórdicos, donde son valorados como cafés de origen Premium. Empresas tostadoras de prestigio como Starbucks, Illy y Stumptown Coffee han destacado lotes de Nariño en sus líneas de café de origen único (single origin). En ferias internacionales como la Specialty Coffee Expo (EE. UU.) y el World of Coffee (Europa), el café nariñense ha sido catalogado como uno de los más equilibrados y aromáticos del mundo.
4. Premios a cooperativas y asociaciones, como el otorgado a la Cooperativa de Caficultores de Nariño (CAFENAR) y a la Asociación de Productores de Café Especial de Buesaco (ASPROME) quienes recibieron premios por Buenas Prácticas Agrícolas, Innovación en Procesos de beneficio y secado, Comercio Justo y Sostenibilidad Ambiental. Programas como “Nariño, cuna del mejor café del mundo” de la Federación Nacional de Cafeteros han impulsado su reconocimiento global.
5. Certificaciones de calidad y sostenibilidad la mayoría de los cafés de Nariño. Cuentan con certificaciones internacionales como: Rainforest Alliance. Fair Trade (Comercio Justo). UTZ Certified Orgánico (USDA Organic y EU Organic), estas certificaciones respaldan la responsabilidad ambiental y social de la producción cafetera del departamento.
Por todas estas virtudes de nuestros caficultores, hoy más que nunca se debería apoyar sus emprendimientos asociativos. No se puede justificar la manera como los encerraron en las inmediaciones del hotel Morasurco en condiciones indignas, para un certamen que debería hacerse a la altura del uno de los mayores orgullos de la región del sur.


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