Adriana Rodríguez Molano
Analista política, Máster en Sociología política y política comparada de la Universidad París 10 Nanterre y Máster en Análisis de problemas políticos, económicos e internacionales contemporáneos de la Universidad Externado de Colombia.
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El 19 de junio de 2022 marcó un hito en la historia de Colombia: la victoria del primer presidente progresista en Colombia. La primera orden de Gustavo Petro Urrego como nuevo presidente fue hacer traer la espada de Bolívar en el momento de su posesión, justamente con la estatua de Libertador en pleno centro de la Plaza de Bolívar.
¿Por qué este gesto, cargado de simbología, acompasa el hito histórico que se abrió en Colombia? Quizás porque tanto el ejército libertador de la época colonial como el movimiento progresista que Petro lidera, comparten un mismo trasfondo: la lucha de la libertad contra la opresión, la igualdad contra la inequidad, la protección contra el desamparo, la fraternidad contra el odio y menosprecio, la justicia contra el caos, los valores y el discernimiento contra la barbarie, la potencia de la vida contra la violencia física o simbólica de lo mortífero…
La sustracción de la espada de Bolívar por parte del M19 en 1974 y su devolución por el grupo guerrillero, 17 años después tras la entrega de armas, estaba igualmente en trasfondo.
Dos años de gobierno del presidente Petro son la mitad de lo que considero ser el primer eslabón de una historia en construcción y por construirse, en donde apéndices de cambio de mayor envergadura y en múltiples ámbitos, se están y se seguirán formando en el devenir de Colombia. La conformación de la Colombia Humana y la posterior victoria del Pacto Histórico liderado por Petro se sitúan dentro de una nueva era, en donde el sistema de élites ya no tiene el monopolio para definir un tipo de gobierno, impunemente afín a sus intereses de clase. Por esta razón subrayo que estamos frente a un verdadero hito en la historia política de Colombia.
Cuando gracias al nuevo gobierno, el narcodinero, la corrupción y la cooptación clientelista de espacios estatales no pueden mantener a 100% su capacidad de acción, una guerra sin tregua fustiga diariamente al gobierno de Petro. La oposición aplica un boicot sistemático de las iniciativas del gobierno para que no puedan llevarse a cabo los cambios requeridos que permitan asentar una justicia social, ambiental y tributaria. Los nombramientos de bolsillo del fiscal, de la procuradora y demás “servidores públicos” diseminados aquí y allá bajo el gobierno Duque, todavía ejercen control sobre determinadas instituciones y vienen a servir de alfiles para ejecutar acciones funcionales para los intereses que defienden.
Hoy en día, cambiar este statu quo significa ir contra un establishment acostumbrado a tener el poder y a no desprenderse de él. Lo crucial en la victoria de Petro es que rompió con el cierre democrático que ha significado una discutida alternancia política en la gestión del gobierno, puesto que han sido las élites, llámense conservadoras, liberales o terratenientes, quienes gobernaron hasta el 2022. La apertura democrática basada en una verdadera alternancia política se viene a dar con la victoria de Petro por medio de un movimiento político, contrario a los preceptos de las élites. No es pues de extrañar el ensañamiento frente al gobierno de Petro que viene a irrumpir en el orden establecido a lo largo de la historia de Colombia.
Dentro del engranaje bélico utilizado por el establishment para contrarrestar la capacidad de acción y por lo tanto de cambio, hay un séquito de congresistas, funcionales a los poderes económicos, que se opusieron férreamente a la reforma de la salud y boicotearon la reforma de educación presentadas por el gobierno. Esto lo hicieron porque estas reformas no cumplían con los estándares neoliberales cuyo vector principal es el negocio mediante la captación, con ánimo de lucro, de los recursos públicos. Sin embargo, se ha podido aprobar la reforma pensional y la reforma laboral está en curso de aprobación. En cuanto a la reforma tributaria aprobada, no ayuda que la Corte Constitucional haya tumbado la mitad de ésta, sobre todo en lo concerniente a la tributación de los recursos derivados del petróleo y del carbón. La jurisdicción agraria se aprobó junto con el proyecto de acto legislativo que reconoce al campesinado como sujeto de derechos y de especial protección constitucional.
Sin embargo, a pesar de los discursos apocalípticos lanzados por la extrema derecha en torno a la hecatombe económica que anunciaban, la inflación en torno a los alimentos bajó, la creación de empleo aumentó, hubo reducción significativa del déficit de la cuenta corriente en la balanza de pagos, avances en términos de estabilidad macroeconómica y reducción del déficit fiscal. La inversión extranjera ha crecido llegando como nunca antes a 12.000 millones de dólares al año en el 2023. Colombia no se volvió como Venezuela y el dólar no se disparó como preconizaba la formulita lanzada por la extrema derecha. No se llegó a ninguna recesión económica.
En cambio, el gobierno Petro sí ha tenido que lidiar con el sobreendeudamiento dejado por Duque, teniendo que pagar un préstamo ante el Fondo Monetario Internacional. Dicho préstamo, adquirido durante el COVID, terminó vergonzosamente subsidiando las nóminas de los empleados de las empresas más poderosas de Colombia y fue pagado con los dineros que se recaudaron en el primer año de gobierno de Petro gracias a la reforma tributaria. Por otro lado, el gobierno Petro terminó asumiendo una deuda con Ecopetrol por 40 billones de pesos en razón del déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles dado el manejo inadecuado por Duque durante su gobierno.
Barrer la casa dado el estado en que la encontró el gobierno de Petro era necesario.
Barrerla al interior de las fuerzas armadas, conformadas en sus mandos, por personas implicadas en casos de lesa humanidad. El Ministro de defensa Iván Velázquez ha ido depurando a la institución para no continuar con la lógica de hacer caso omiso a tal sinsentido ético, considerado normal y necesario en gobiernos anteriores.
Fuera de depurar, el gobierno Petro ha buscado profesionalizar a las fuerzas armadas, y aumentar los escasos $300.000 pesos que ganaba quien entraba a cumplir el servicio militar, a más del doble, contando con que a principios del 2025 alcance a ganar el triple.
Quizás lo más significativo a nivel de la seguridad es que no se limita a la seguridad defensiva de carácter militar, sino que se apela al paradigma de la seguridad humana, con el ser humano como vector central para que pueda disfrutar de una vida sana, adquirir conocimiento, y tener unos niveles de vida digna. Esto, desde luego también se aplica al soldado y al policía. Esta temática fue ampliamente analizada junto con Suecia en el foro “Transformando vidas, Seguridad Humana y Paz Total en Colombia” en el marco de las relaciones bilaterales con este país.
Duque, como representante de la expoliación de una clase política, entregó un país plagado de una corrupción enquistada desde hace muchísimos años. Tanta celeridad en la ejecución de los presupuestos ministeriales y de otras instituciones bajo el gobierno Duque no es de extrañar, cuando, durante este gobierno se han podido destapar licitaciones amañadas, contratos a dedo o ficticios, coimas y demás. A diferencia de los gobiernos anteriores, Petro sí ha sacado a miembros de su gobierno cuando sobre ellos recae la sospecha de haber estado involucrados en casos de corrupción. Quizás, el hecho de que salgan del gobierno es justamente la garantía de que las cosas no se camuflan con procuradores y fiscales de bolsillo y el beneplácito de una prensa alcahueta y silenciosa.
Un millón seiscientas mil personas han salido de la pobreza, de las cuales 1.200.000 de la pobreza extrema.
La política de Petro tanto en su alcaldía como ahora como presidente ha tenido como eje fundamental la lucha contra la pobreza. Por esta razón muchos de sus logros durante estos dos años han sido disminuir los niveles de pobreza y de pobreza extrema en Colombia, bajando los niveles de pobreza en Colombia de un 40% en el gobierno de Duque a un 33% actual. Se ha reducido la desnutrición y la muerte por desnutrición de menores de 5 años en todo el país en un 31%. En la Guajira la mortalidad infantil por desnutrición ha sido reducida en un 50%.
La seguridad económica y alimentaria han sido atendidas incrementando el salario real en un 12% para los trabajadores logrando paralelamente que la inflación de alimentos en el gobierno de Duque que llegó a cerca del 16% anual haya bajado a 3,7% .
Frente a la dominación masculina ejercida sobre la mujer en una sociedad tan patriarcal como la colombiana, las mujeres de estratos vulnerables pueden contar con un bono pensional como cuidadoras de su hogar. También recibieron un bono pensional los mayores de 80 años de estratos vulnerables. Este bono se incrementó frente al gobierno anterior en un 65% y tiene como objetivo cubrir cada vez más personas.
Dentro del esfuerzo significativo de justicia social, la política de crecimiento por medio del trabajo agrícola ha permitido que campesinos pudieran adquirir 184.000 hectáreas de tierras fértiles que fueron compradas a grandes propietarios o quitadas a la mafia (Santos y Duque entregaron solo 30.000 hectáreas).
Sin embargo, todos estos logros a nivel nacional no son divulgados, ni analizados por la cohorte de periodistas de los medios de comunicación corporativistas al servicio de la clase política saliente del gobierno Duque/Uribe y por ende de una parte de los poderes económicos en el país. Cuando lo son, en la mayoría de los casos lo hacen de forma escueta y rápida, o con el ánimo de contradecirlos, opacarlos o minimizarlos. Pocas son las veces en que algunos periodistas pueden colar una información acerca de los logros del gobierno. Al margen de la deontología periodística, este tipo de medios utilizan diferentes armas para manipular la información al servicio de intereses específicos.
Ejemplo de estos son los discursos de desprestigio del gobierno en la persona de Petro o miembros del gobierno, utilizando material no siempre contrastado con otras fuentes (a veces porque la fuente original no existe…), o bien juicios subjetivos de intenciones (es decir suponer que alguien va a hacer algo sin que realmente lo haya hecho) o utilización por parte de periodistas de testimonios de personas que bajo el principio de oportunidad como beneficio jurídico, resultan emitiendo declaraciones probablemente falsas, sin que éstas hayan sido objeto de un veredicto jurídico. El dardo, una vez lanzado, cumple su objetivo de hacer daño allí donde se buscaba hacerlo, aunque después sea desmentido o resulte falso lo que se presentaba como cierto.
Defiendo la libertad de prensa y la confidencialidad de la fuente cuando se ejerce una labor periodística dentro de una deontología profesional. El problema es cuando estos derechos son instrumentalizados para manipular auditorios y por lo tanto mentes de futuros electores para el 2026, diseminando calumnias y creando “telebobelas” que terminan lesionando el verdadero deber de información, seriedad y deontología en el periodismo. Las redes sociales se suman a estas prácticas usando fakes news, deepfakes (video, imagen o escrito falsos atribuidos a una persona generalmente creados con inteligencia artificial) y la repetición incesante de mentiras para establecer falsas verdades.
Pedagogía en la plaza pública
Considero que uno de los más grandes logros de este primer eslabón progresista en Colombia es lo que llamo la “pedagogía en la plaza pública”, pedagogía que el presidente lleva realizando desde hace algunos años, en particular desde su campaña electoral en el 2018.
Esta pedagogía ha contribuido a que las ciudadanías dejen, en cierta medida, el estado de sumisión al orden establecido. La violencia simbólica ejercida sobre la población colombiana, aquella en que las víctimas no son conscientes de la ilegitimidad de una relación social asimétrica y no perciben su arbitrariedad, cede cada vez más frente a un empoderamiento progresivo de la sociedad colombiana. Cada vez es menos común pensar que la injusticia social, la falta de oportunidades, la incapacidad de vivir en dignidad es producto de una forma natural de ser de las cosas en un país como Colombia. Cada vez más ciudadanos despiertan a la reivindicación de sus derechos y participan en la consecución de estos.
Como hay que conocer aquello que nos encadena, la pedagogía en la plaza pública ha contribuido a la reflexión y acción individual y/o colectiva abriéndole paso a un combate liberador basado en el discernimiento y no en el resentimiento.
El peso de Petro a nivel internacional
A nivel internacional, Gustavo Petro ha participado en diversos encuentros internacionales. Sus intervenciones le han dado la vuelta al mundo en particular aquella hecha ante la Asamblea General de las Naciones Unidad en el 2023.
En mi opinión éstas han sido uno de los factores que han permitido el incremento del turismo extranjero hacia Colombia en un 26.6% en 2023, superando 5,8 millones de turistas no residentes en Colombia. El turismo se ha convertido en un motor nada desdeñable para la economía y ha generado la entrada de dólares limpios, no ensangrentados como los narco-dólares, los cuales ya no entran en las mismas proporciones gracias al aumento en un 23% de las incautaciones de cocaína en el 2024. Unas 1500 toneladas dejaron de circular en las vías mafiosas a nivel internacional.
Hablar de Colombia, en nuestro país y ante el mundo, como país de la belleza y de potencia de la vida, no es utilizar simple terminología. Son palabras cargadas de un simbolismo y portadoras de una verdad que es necesario realzar frente a nuestra historia de violencia y de muerte.
Asimismo, lo es hablar Colombia como uno de los países más ricos en biodiversidad a nivel mundial. De vital importancia es la futura realización de la COP 16 en Cali, siendo la Ministra del Medio Ambiente, Susana Muhamad, artífice importante en este gran logro. Colombia, como parte de los países pulmón de mundo, participó en un 54% en la reducción de la deforestación en Colombia, la mejor cifra alcanzada en 23 años. Para el caso de la selva amazónica, el porcentaje es aún mayor, llegando al 61%.
De acuerdo con la tendencia internacional, Colombia empieza a transitar hacia energías limpias, verdes y sostenibles. Se multiplicó en 10% la capacidad de las energías limpias en solo dos años de gobierno. Actualmente existen 100 comunidades energéticas (barrios, comunidades y veredas) que generan ellas mismas su energía limpia y 1000 en construcción en todo el país. En diversos foros internacionales, entre ellos en Foro Económico Mundial de Davos en 2024, la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial en París, Petro ha puesto de manifiesto la responsabilidad del Norte en la emisión de CO2 y por lo tanto de la propuesta de canjear deuda por acción climática.
En términos de las relaciones internacionales, Colombia ha buscado establecer con América Latina y el Caribe, lazos de unión en torno a la gestión de diversas temáticas que atañen a la región. Frente a la situación actual en Venezuela tras las elecciones celebradas recientemente en este país, junto con Brasil y México, Colombia estableció una plataforma neutral para encontrar una solución a la situación, haciéndole contrapeso a la OEA y a la parcialización en favor de uno de los bandos en conflicto.
Asimismo, recientemente se celebró la Cumbre Ministerial Latinoamericana y del Caribe por la Inteligencia Artificial (IA) con Colombia como anfitrión. Esto permitió establecer un bloque de análisis desde el Sur y encontrar una posición propia frente a lo desarrollado y planteado internacionalmente en Estados Unidos y Europa.
Frente a EE.UU. y Europa, Petro ha propuesto en diversas ocasiones, un nuevo enfoque de cooperación entre el Norte y el Sur, basado en el reconocimiento de que el Norte es responsable de las emisiones de CO2 que causan la crisis climática. En esta medida ha solicitado el canje de deuda externa por acción climática. Además, ha señalado que el Sur tiene el potencial para generar energía limpia que puede ser incluso exportada a países vecinos.
El “periodismo de centro” durante los dos años de gobierno Petro
Dentro se la lógica de toma de consciencia colectiva del devenir progresista de Colombia, el periodismo juega un papel fundamental. Afortunadamente hay prensa alternativa conformada por influencers, you tubers, plataformas de análisis, periodistas independientes que, trabajando con las uñas, le hacen contrapeso a los medios corporativos financiados por los poderes económicos. Por otro lado, y muy desafortunadamente, muchos de los periodistas que pretenden mantenerse en el “centro” y que alardean ser progresistas, le hacen eco (no sabe uno si adrede o sin darse cuenta) a lo escrito por el periodismo corporativo de la revista Semana, RCN, Caracol TV y Blue radio y demás medios que son el instrumento principal de la deslegitimación, desprestigio y desinformación frente al gobierno de Petro.
¿Por qué, en lugar de hablar de las supuestas adicciones, o de supuestos amores de Petro y toda una serie de frivolidades o de nimiedades, no centran su atención en analizar, por ejemplo, ¿por qué los Acuerdos de Paz fueron paralizados durante el gobierno de Duque y por qué es fundamental que sean aplicados? ¿Qué podría significar su aplicación a cabalidad para el bienestar del país? ¿Cómo potenciarlos para que puedan ser aplicados? ¿Qué viabilidad hay en las propuestas de Petro al respecto?
O escribir acerca de la paz total, ¿qué importancia tiene implicar otros agentes de violencia en el país en diálogos y en negociaciones? ¿qué significa esto en términos de lograr frenar la violencia y el asesinato de líderes sociales? ¿Qué elementos a nivel internacional sería necesario tener en cuentas frente a redes mafiosas internacionales, así como frente a aliados para luchar contra estas mafias?
O, y sobre todo, ¿qué podría pasar si la extrema derecha narco-paramilitar vuelve a gobernar pudiéndose abrir uno de los episodios, quizás el más oscuro, de la historia de Colombia? Allí no habrá Santos, Robledo, o Claudia que valga.
No estamos en Dinamarca, para ponernos a hablar sobre el apósito en la mandíbula de la Reina de Dinamarca… Estamos en Cundinamarca.
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