El silencio no es prudencia


Víctor Solano Franco

Comunicador social y periodista



Una respuesta a «El silencio no es prudencia»

  1. Avatar de Andres
    Andres

    Imposible no estar de acuerdo en planteamiento de aplicar la coherencia respecto del verbo y el predicado, no obstante, las líneas de esta «opinión» parecen ser más la punta de lanza de un arma cargada de un tufillo opositor, cosa que no es mala, ni más faltaba, pues poder ser opositor de manera libre y abierta es la garantía y materialización del ejercicio de un derecho de rango constitucional y más aun de aquellos que llaman fundamentales. Lo quizás si es malo o reprochable, es querer desconocer la legitimidad de un gobierno elegido por más de 11 millones de colombianos y a través de la «aparente» afirmación disfrazada de cuestión endilgar tolerancia de un todo un gobierno (gobierno del cambio), como si este fuera el poder único y absoluto de nuestra forma de estado frente a hechos o acciones claramente personales e individuales. Una vez más estas líneas de opinión son el vivo ejemplo del periodismo carente de objetividad, pues más allá de reprochar la falta de pronunciamiento oficial del Presidente Petro frente a las acusaciones que hoy señalan a algunos de sus funcionarios y más allá de querer ser la voz amplificadora y multiplicadora de las víctimas, se observa en ellas un deseo de afianzar el odio que muchos simpatizantes de la derecha sienten por Gustavo Petro al punto de querer sugerirlo tolerante de las acciones cuestionables que según las denunciantes han desarrollado algunos dignatarios del ejecutivo en su esfera íntima y personal. Amigo periodista, bastaba solo con desarrollar o responder a la pregunta » ¿Cómo debe reaccionar un gobierno que aspira a ser diferente cuando sus propios miembros son acusados de conductas que traicionan esa promesa de cambio?» para mantener la línea ética de lo que es el buen periodismo sin atacar tan vorazmente la figura presidencial llegando al punto de señalarlo cómplice victimario de asuntos que poco o nada tiene que ver con su persona misma y con el desarrollo y acción de su gobierno.

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