
Octavio Gómez
•
¡Cómo le salieron de evaluadores a la entrevista que le dio Petro al periodista Daniel Coronell!
Primero sea decir que ese show estuvo tan malo que lo tuve que ver a pedacitos porque amenazaba con quedarme dormido.
Así que, como se trata de unirme al grupo de severos evaluadores o evaluadores severos, que son cosas distintas, creo que ambos perdieron de vista una cosa: que era una estrella del periodismo nacional entrevistando a la principal figura -para bien y para mal- de la política colombiana en este momento.
Coronell lo entrevistó como quien sabe que se enfrenta a un tipo que sabe de lo que habla: política.
Petro le contestó como quien sabe qué es: un político en el gobierno.
El que esperaba respuestas del tipo «sí, señor, confieso que me equivoqué, yo hice mal», o «tiene usted razón, señor periodista, no debí decir eso», o «perdóneme por haber levantado la voz», desconoce dos cosas: que el entrevistado es un político soberbio y que, como tal, más fácil se hace matar que aceptar un yerro.
Pero, tampoco perdamos el norte, Coronell lo entrevistó como si entrevistara a un delincuente, a un inferior o un profe de colegio a un chico díscolo: «¿presidente, no cree que esas palabras no las debió usar?», «¿presidente, no cree que esa no fue la forma?».
¿Qué hizo Petro? Explayarse en lo que quería decir. Coronell hablaba como comentan las noticias los «periodistas estrella»: chismes sin contexto, gracejos sin gracia, especulaciones sin asiento y Petro le contestaba diciendo lo que le dio la gana decir.
¿Cuál fue el problema, en mi ignorante opinión de periodista viejo? Que Coronell subestimó a Petro y las respuestas y actitudes del presidente lo descolocaron. El gran entrevistador se dejó ver como un periodista del montón, pero con grandes fuentes de información y una sólida audiencia.
Quedó claro que si un periodista no sabe de política (y no de anécdotas, de chismes y de «consejas») el entrevistado se va por su lado y él se queda esperando respuestas del tipo «como usted dice, gracias por su buena pregunta» o las mencionadas arriba.
Con gente como Petro hay que ir armado para pelearle, a riesgo de perder. Es que, aparte de soberbio -que lo es- de inteligente -que lo es- y de preparado -que lo es- es, sobre todo, un político viejo.
La cosa terminó tan mal para nuestra figura periodística que salió a hacerle una evaluación sicológica al entrevistado.
Pero águilas no cazan moscas.
Ah, y no, Coronell nunca ha sido cercano ni al gobierno como proyecto ni a Petro como amigo. En lo único en que coinciden es que ambos fueron declarados víctimas de espionaje del gobierno de Uribe y lo hizo la Corte Suprema de Justicia, no yo.
P. S. Y, si Daniel Coronell es lo máximo en el firmamento, el resto de «grandes» periodistas colombianos quedaron muy mal parados. Petro le habla a Univisión porque aquí no hay con quien.


Deja una respuesta