•
En América Latina no importa si un líder es autoritario mientras hable bonito, reparta algo, o culpe a ‘los de afuera’.
•
Creímos ser únicos, auténticos, inmortales… y terminamos siendo hashtags en tumbas digitales.
•
La memoria afectiva es poderosa. Uno no recuerda solo con la mente, sino también con el corazón.
•
“En ese momento me siento libre, se me olvida que estoy preso, solo pienso en jugar.
•
Aunque no haya justicia perfecta, mientras haya verdad y memoria hay esperanza de vida en paz.
•
A cada persona le están notificando que el próximo jueves debe participar en las marchas a favor de Uribe con tres familiares… Hubo dos personas que dijeron que no iban y la orden es que mañana les van a entregar la carta de despido.
•
Porque en una guerra nuclear no hay ganadores. Y porque, al final, los misiles no estallan primero en los silos… sino en las palabras
•
El poder en manos de la ignorancia es la barbarie. Y la desaparición de la HJCK no es un accidente: es un síntoma.
•
Ya no dicta sentencias: las recibe. El miedo que lo sostuvo se desmorona. La era Uribe se apaga, pero la memoria apenas comienza.
•
No fue condenado por paramilitarismo, sino por intentar esconderlo. Se cayó la careta, pero el aparato sigue de pie.