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La ex Señorita Antioquia y la violencia simbólica: cuando se les salen los tiros por la boca
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Fantasear con pegarle un balazo a alguien y decirlo con gracia pública es profundamente perturbador.
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Sobre hacer caso, o “pensar como policía”
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El problema no es del colegio, es que creemos que la educación consiste en aprender a hacer caso. Y donde hay mucha policía, hay poca diversión.
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Soma y robo: deportes nacionales
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Aquí también roban, pero dejan para las obras. Lástima que en Santander se la roben prácticamente toda.
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¡Ojo Colombia!
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Para que haya una verdadera democracia se requiere que exista una oposición inteligente, culta y propositiva; que tenga candidatos y candidatas a la Presidencia con suficiente altura intelectual y sin máculas éticas. Parte del problema de Colombia es que esa oposición es invisible o inexistente.
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Domingo literario – Poemas inéditos de Beatriz Vanegas Athías
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Morir para un pájaro es sentir que el viento se ha vuelto el enemigo.
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Un tango vigente frente al imperio
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Ahora que el agente naranja vuelve a amenazar nuestra soberanía, este poema de Eladia Blázquez y Chico Novarro, interpretado por Milagros Amud, cobra una vigencia conmovedora. Lo compartimos con quienes nos siguen. Créditos del video a Milagros Amud -Tangos Milongas y Boleros Pág. Nueva
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El hambre del imperio: la escasez y el costo de vida que comienzan a golpear a Estados Unidos
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La escasez de alimentos y el alza de precios no son una simple consecuencia económica: son el reflejo moral de un sistema que expulsó a quienes lo mantenían funcionando.
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Culpable en el silencio de la historia
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Porque hay condenas que no necesitan toga ni martillo. Y hay nombres que, por más que huyan del juicio, no escaparán jamás del desprecio de la historia.
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ORACULARIDAD Y FATALISMO
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El pesimista teme reír, pues cree que si lo hace está invocando el infortunio. Pero sin la risa y la esperanza no hay posibilidad de cambiar el mundo.
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Libertad, libertinaje, libertario
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El libertario es un jugador que se queda con las leyes que le sirven a él y a los suyos.
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Colombia ante el espejo: la Constituyente o el laberinto del cambio
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Colombia no necesita una nueva Constitución cada treinta años. Necesita instituciones que funcionen, una justicia que sancione y un Congreso que legisle para la gente, no para sus financistas.





