
Juan Camilo Quesada Torres
Doctorando en Sociología UNSAM/EIDAES (Argentina)
Investigador en Economía popular
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Desde hace un lustro le debo una disculpa a Jorge Melguizo quien fue objeto de mis afirmaciones inexactas por allá en 2020. Y nunca ofrecí disculpas, hasta hoy.
A saber, Jorge. En Rosario, Argentina, el partido de izquierda Ciudad Futura ha ganado relevancia en la última década. De base comunitaria, hoy se convirtió en la mayor fuerza electoral de la ciudad: Juan Monteverde lidera la bancada más grande en el Concejo Municipal y Caren Tepp fue electa diputada nacional por Santa Fe.
La izquierda que fue capaz de acordar programas comunes con el peronismo avanzó electoralmente en la provincia gobernada por la alianza del expresidente argentino Mauricio Macri y el partido de los Milei (“Alta coimera, Karina es alta coimera”, el hit del verano que evoca el 3% de coimas que, aparentemente, cobra la hermana Milei)
En 2020, Juan Monteverde te invitó a una charla sobre el milagro de Medellín, sobre la superación de la violencia en la ciudad. Vía transmisión en vivo por YouTube donde eras invitado estelar, Jorge, recorriste tus acciones como Secretario de Cultura del gobierno de Medellín entre 2004 y 2007, siendo Sergio Fajardo alcalde la ciudad. Claro, como ejemplo para Rosario.
Yo estaba en Bogotá. Había corrido hacia la casa materna cuando apareció el COVID, y quise entrar a armar bardo (pelear) ante la invitación que se le hacía, a modo de consejero, a un personaje que considero de la derecha antioqueña (Departamento del cual Medellín es la capital). Una derecha particular la tuya, una que dice que es de centro, progresista.
En la Suramérica rioplatense no se sabe mucho de ningún lugar que no sea Europa o Brasil, entonces se obnubila ante cualquiera que el sentido común político ubica dentro del espectro progre. Y claro, ¿quién no quiere hablar con el arreglador de Medellín? Perdón Jorge, no hay ironía.
Volvamos. El bardo lo comencé diciendo: “la alcaldía de la que hizo parte Melguizo, la de Sergio Fajardo, fue la de la DonBernabilidad y la de la Operación Orión”. Me equivoqué y fui inexacto, Jorge. Te di papaya (en rioplatense, me serví). Me respondiste en vivo y yo no pude seguir bardeando.
Me fui entre apenado por el error y molesto por cómo Ciudad Futura no había investigado ni un tantito sobre quién es y cómo había sido la alcaldía de Fajardo y las acciones que manejabas desde la Secretaría de Cultura.
En aras de que mis disculpas sean lo más sinceras posible aclararé todo para que, Jorge, si me lees, aceptes este ofrecimiento. Tenía rabia ese día. Perdón.
La operación Orión fue uno de los 17 operativos militares de guerra urbana que se ejecutaron en la Comuna 13 de Medellín. Ordenada por el entonces Presidente Álvaro Uribe Vélez, mostró la lógica con la que iba a comenzar a operar el Estado. Fuerzas Militares, de Policía y paramilitares, actuaron combinada y coordinadamente; buscaron, capturaron, torturaron, asesinaron y, finalmente, desaparecieron a personas que ellos mismos acusaban de ser parte de las milicias urbanas de la guerrilla.
Las Madres Buscadoras, mamás de desaparecidos en esta operación, encontraron restos humanos en la cantera abandonada de La Escombrera, ubicada en dicha Comuna. Ellas sostienen que tu alcaldía no escuchó sus denuncias.
El heredero y verdugo de Pablo Escobar, venido de la banda La Terraza, amigo y socio de los hermanos Castaño Gil y de altos oficiales de las Fuerzas Armadas que ya fueron condenados por sus alianzas criminales con los “paracos”, dijo ante la Comisión Nacional de Memoria Histórica (CMNH) que sus hombres ayudaron a señalar jóvenes de la Comuna 13 para que Policía y Ejército hicieran las acciones posteriores. A dicho heredero se le conoció, primero en el mundo del crimen y, luego, a nivel nacional, como Don Berna.
En una foto de Jesús Abad Colorado tomada durante la Operación Orión, se ve la imagen de un paraco encapuchado señalando hacia el interior de una casa. Indicaba a los policiales y militares dónde y contra quién actuar.
Muerto Escobar en 1993, Don Berna, La Terraza y los paracos del Bloque Cacique Nutibara ganaron la disputa intestina. Los 90s acercaron a las estructuras criminales del norte del valle, las Autodefensas Unidas de Colombia, y formaron una Confederación para controlar la vida criminal de Medellín. El poder de esa confederación criminal se centralizó en la denominada Oficina de Envigado, controlada por Don Berna.
Los confederados visitaban la “Casa de Nari”, modo coloquial en el que los jefes paramilitares se referían a la casa presidencial de Colombia: Casa de Nariño, desde donde Álvaro Uribe conducía los hilos de la nación. El dominio de la ciudad de Medellín es lo que periodísticamente se conoce como la DonBernabilidad: la gobernabilidad de Don Berna.
La reducción importante de las tasas de homicidio en el Valle de Aburrá (accidente geográfico donde está situada la zona metropolitana de Medellín) desde finales de los 90s se atribuye a la centralización de la vida delictiva en La Oficina. La DonBernabilidad se extiende durante la alcaldía de Sergio Fajardo en 2004, a pesar de la desmovilización del Bloque Cacique Nutibara en 2003, denunciada como ficticia por Elmer Cárdenas, otro jefe paramilitar. La Oficina nunca dejó de funcionar.
Doquiera que vas, Melguizo, sostienes que la reducción criminal se debe, sobre todo, a tu política de cultura comunitaria en Medellín: bibliotecas y centros culturales que aliviaron la violencia de la ciudad.
Cola de Rata es un medio de comunicación comunitaria del barrio santo Domingo Savio en la Comuna 1 de Medallo. Hace 4 años publicó un balance de lo que fue uno de los principales proyectos de promoción de cultura comunitaria, la Biblioteca España, tu hijo de mostrar. Según dicho medio, no sólo se perdió plata, no sólo quedó mal construida, sino que no hubo preocupación alguna por avivar cultura comunitaria ninguna.
En el recuento de la publicación de 2021, se describe cómo existe allí un edificio que se cae y un parque que reúne a lo más granado de lo que juró combatir. Ese es el resultado de tu proyecto estrella.
Cereza del postre: el periodista Julián Martínez evidencia que uno de los funcionarios importantes de Sergio Fajardo en su alcaldía fue Jorge Gaviria, primo de Pablo Emilio Escobar Gaviria y hermano del ideólogo de la derecha uribista cercana al paramilitarismo, José Obdulio Gaviria.
Jorge Gaviria hizo parte de los procesos de desmovilización del Bloque Cacique Nutibara que ¡oh sorpresa! comandaba Don Berna. Jorge, tu tocayo, había estado preso en Estados Unidos por narcotráfico en 1983 y trabajaba bajo la orientación de Gustavo Villegas, condenado por sus vínculos con el paramilitarismo.
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Jorge, volvamos al tema. Pareciera que la reducción del crimen y la vida delincuencial en la ciudad no es una victoria política de la promoción de la cultura comunitaria. La DonBernabilidad, de la que no se puede decir que Fajardo y tu hicieron parte, pero que sí usufructuaron en ese gobierno, es la gran responsable de la reducción de crímenes en la ciudad. Así lo muestran las investigaciones periodísticas.
En estas excusas públicas sólo enumero algunas cosas, pero todo indica que el directo responsable del milagro de Medellín es Don Berna. La Pax Mafiosa el orden cultural del crimen.
Pero hay algo que es más inmoral y ruin, y motivo de mi molestia en 2020 cuando te dije inexactitudes, Jorge, y de las que este escrito es la presentación sincera de excusas hacia ti. En algún reportaje de 2017 dijiste que sí, que claro, que Don Berna había reducido el crimen en Medellín y que aquello era una oportunidad para la cultura en la ciudad. O sea, sabes que la DonBernabilidad está en la base de la cultura comunitaria de la Medellín impulsada por ti y tus conmilitones del autodenominado centro político.
Jorge, quiero pensar que no es mala fe de tu parte cuando sostienes que el impulso de la cultura comunitaria alivió la violencia en la ciudad. Aunque la verdad demostrada es que la hegemonía de la DonBernabilidad fue el factor decisivo para poder impulsar tu propuesta de cultura comunitaria.
Parafraseando a Descartes, se podría decir: Operación Orión y DonBernabilidad, entonces Biblioteca España. De ambas cosas solo quedan ruina y malos recuerdos
Como dice Pedro Guerra “Tengo miedo de que un día”, en alguna de las invitaciones que te hacen en todo el continente, vayas junto con Diego Fernando Murillo Bejarano, Alias Don Berna y lo presentes como un ideólogo de tu cultura comunitaria. Aunque, tal vez, eso sería más coherente.
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